“Vrbe” [poema I], Manuel Maples Arce

 

He aquí mi poema

brutal

y multánime

a la nueva ciudad.

 

Oh ciudad toda tensa

de cables y de esfuerzos,

sonora toda

de motores y de alas.

 

Explosión simultánea

de las nuevas teorías,

un poco más allá

 

En el plano espacial

 

de Whitman y de Turner

y un poco más acá

de Maples Arce.

 

Los pulmones de Rusia

soplan hacia nosotros

el viento de la revolución social.

Los asalta braguetas literarios

nada comprenderán

de esta nueva belleza

sudorosa del siglo,

 

y las lunas

maduras

que cayeron,

son esta podredumbre

que nos llega

de las atarjeas intelectuales.

 

He aquí mi poema:

 

Oh ciudad fuerte

y múltiple,

hecha toda de hierro y de acero.

 

Los muelles. Las dársenas.

Las grúas.

 

Y la fiebre sexual

de las fábricas.

 

Vrbe:

 

Escoltas de tranvías

que recorren las calles subversistas.

Los escaparates asaltan las aceras,

y el sol, saquea las avenidas.

Al margen de los días

tarifados de postes telefónicos

desfilan paisajes momentáneos

por sistemas de tubos ascensores.

 

Súbitamente,

oh el fogonazo

verde de sus ojos.

Bajo las persianas ingenuas de la hora

pasan los batallones rojos.

El romanticismo caníbal de la música yanke

ha ido haciendo sus nidos en los mástiles.

Oh ciudad internacional,

¿hacia qué remoto meridiano

cortó aquel trasatlántico?

Yo siento que se aleja todo.

Los crepúsculos ajados

flotan entre la mampostería del panorama.

Trenes espectrales que van

hacia allá

lejos, jadeantes de civilizaciones.

 

La multitud desencajada

chapotea musicalmente en las calles.

 

Y ahora, los burgueses ladrones, se echarían a temblar

por los caudales

que robaron al pueblo,

pero alguien ocultó bajo sus sueños

el pentagrama espiritual del explosivo.

 

He aquí mi poema:

 

Gallardetes de hurras al viento,

cabelleras incendiadas

y mañanas cautivas en los ojos.

 

Oh ciudad

Musical

hecha toda de ritmos mecánicos.

 

Mañana, quizás,

sólo la lumbre viva de mis versos

alumbrará los horizontes humillados.

 

¿Te gustó el poema?

Descarga AQUÍ el libro completo

Comentarios

Entradas populares de este blog

“La cabra en dos patas”, Francisco Rojas González

“Una justicia”, Dolores Bolio Cantarell

La divina comedia. El infierno [Fragmento]. Dante Alighieri