"Quisiera que en lugar de este Abril y este Mayo...", Josefina de la Torre


Quisiera que en lugar
de este Abril y este Mayo
y de este sol que nace
con el aire temprano,
fuera otra vez, de nuevo,
aquel marzo incompleto.
No tenía principio
ni fin. Era mitad,
centro predestinado,
eje de un solo sueño.

¡Ay, yo hubiese querido
que como rueda libre
del recuerdo, este Marzo
girara! Yo lo tengo
prendido entre mis sienes.
Pero así no lo quiero.
¡Haber sido una vez
círculo de este anhelo!
¡Girar constantemente
por el mismo momento!
Y ahora dieciocho
y veintisiete luego,
y en esas fechas
girar con mi desvelo.

Pero este Abril lejano
y este Mayo en silencio
que dejaron mis voces
encerradas por dentro,
¿qué saben de este Marzo
sin medida, incompleto?
Cuando el tiempo
no tenga ya memoria
y todo lo pasado
sólo exista en la luz
de mi recuerdo intacto.
Cuando tu vida ya sea otra
y ese rumbo
del que hoy irás en busca
sea ya tu destino.
Cuando tú y yo,
salvadas las distancias,
la inevitable ausencia
que tu palabra puso a nuestro alcance
volvamos a encontrarnos
frente a frente,
yo buscaré detrás de tu mirada
la imagen de mi imagen,
y todo
lo que ahora he perdido
lo volveré a encontrar. 

Encontrarte
por las abiertas mariposas de la noche.
Por la sombra
donde tus ojos buscarían apoyo.
Descubrirte
por los caminos de lo inesperado,
donde tus palabras
encontrarían su contorno.
Sorprenderte
por tu misma certidumbre,
donde tu propósito conseguiría libertarse.
Y hacer de ti la luz,
el porqué de soñar,
de estar despierto;
la razón de sonreír,
de respirar al sol las alegrías...
Todo lo que en tus ojos se ha dormido.

Me busco y no me encuentro.
Rondo por las oscuras paredes de mi misma,
Interrogo al silencio y a este torpe vacío
Y no acierto en el eco de mis incertidumbres.
No me encuentro a mí misma.
Y ahora voy como dormida en las tinieblas,
Tanteando la noche de todas las esquinas.
Y no puedo ser tierra, ni esencia, ni armonía,
Que son fruto, sonido, creación, universo.
No este desalentado y lento desgranarse
que convierte en preguntas todo cuanto es herida.
Y rondo por las sordas paredes de mí misma
esperando el momento de descubrir mi sombra.
 
Estoy clavada en el espacio, inmóvil
como una mariposa prisionera.
Coleccionista sordo no dudaste
en dejar los aires sin adioses.
Ya no puedo moverme de este quieto
rincón de sueños de mis alas muertas,
donde mi corazón tiene prendido
el filo agudo que le clava el tiempo.
A veces por el borde de los años
-siete colores de la sangre quieta-
pasa rozando el viento y las alegres
desconocidas voces de otros tiempos.
Pero clavada estoy y ya no puedo
descubrir mundos ni contar estrellas…


o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o

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